Inicio / Dharma / Cita de Shambhala en Dechen Chöling 2021

Comenzó en pleno invierno y en plena pandemia de la COVID-19, a partir del deseo de algunos socios de reunirse en Dechen Chöling para renovar momentos de presencia y convivencia, de práctica y compartir la situación de la comunidad, y el proyecto evolucionó desde algunas ideas básicas:

– No hacer un “programa” con estructura y puestos fijos: profesores, participantes y equipo. Permitir que todo el mundo aportara su voz, sus talentos y

– dar espacio a la creatividad, responsabilidad e inspiración de todos

– reunirse en torno a una base de tiempo de práctica diario

– alentar todas las conversaciones y puntos de vista sobre la situación actual en Shambhala.

Una vez encontradas las fechas en el calendario de Dechen Chöling y ampliar la invitación a los grupos y centros de Europa, me encontré que era la principal iniciadora de este acontecimiento con la aspiración clara de abrirnos.

¿Quién vino?

Estudiantes veteranos de Alemania, España, Holanda y Francia, muchos estudiantes nuevos de  Shambhala, principalmente franceses, ¡e incluso una joven embarazada que nunca había oído hablar de  Shambhala! Tuvimos a un padre con un bebé y a muchos vecinos de Dechen Chöling. En total más de 30 personas, con edades comprendidas entre los 5 meses y los 80 años, vinieron y se fueron como quisieron. Joanna Francis y Helmut Krächan, responsables de la organización Shambhala Europa, además de Peter Nowak, miembro del Consejo internacional de International, participaron en la cita. El abanico amplio de gente no era exactamente lo que habíamos pensado, de alguna manera esperábamos más socios veteranos deseosos de hablar de la crisis. Al mismo tiempo resultó refrescante escuchar a estudiantes nuevos, no tan afectados por nuestros dramas y todos juntos encontramos maneras de poder conectar.

¿Qué hicimos?

Aunque la idea original era practicar shamatha y, en un momento dado, dejar que los participantes eligieran su propia práctica, me tomé la libertad de proponer la Sádhana de Shambhala como práctica común todas las mañanas. Para algunas personas fue la primera vez aunque, al hacer la sádhana a diario, en trozos, con tiempo de compartir y contemplar, encontramos una manera de construir un crisol de bondad fundamental que entonces quedó encarnado en todas las demás actividades diarias. Todos los presentes trataron esta sádhana con gran respeto.

En los primeros días hubo quien sintió  que eran demasiadas palabras para practicar pero, con el paso de los días, esto dio paso a un sentimiento compartido de la posibilidad de algo llamado bondad en nosotros y entre nosotros. Creo que, aun que cada cual lo hacía a su manera, hubo también un proceso colectivo que alimentó la alegría de sentir no sólo la conexión con nuestra propia bondad sino de ser capaces de conectar verdaderamente entre todos como comunidad.

Por las tardes cada cual exploraba de distinta manera cultivar esta intuición, ya fuera con los círculos de presencia o los círculos de conversación Karuna. El trabajo de encarnar también estuvo presente en  momentos de relajación, chigong, movimientos de despertar e incluso el tango, elegante y juguetón. Experimentamos con talleres de ‘democracia profunda’, para aprender a decir y escuchar todas las facetas de una situación controvertida. El objetivo no era encontrar soluciones sino fortalecer la capacidad de escuchar y aprender a resolver los conflictos.

Las noches

Las hubo de dos tipos:

– Algunas eran completamente libres y permitieron a los músicos conocerse entre sí y tocar, y que todo el mundo cantara, preparara ofrendas o mantuviera una conversación tranquila.

– En días alternos tuvimos una noche de intercambio sobre un tema definido con anterioridad. Un equipo de facilitadores, entre los participantes, definió los parámetros, distintos en cada caso. Los vecinos de  DCL recibieron la invitación y vinieron a participar.

La primera noche se trataba de presentarse como persona de Shambhala y compartir la sensación de formar parte de Shambhala y de las dificultades..

La segunda noche hubo una presentación de Peter Nowak sobre la situación actual de Shambhala Internacional y las relaciones con el Pótrang, la organización que apoya al Sákyong. Para esta presentación los participantes formaron grupos pequeños, en order de antigüedad, para trabajar las preguntas que consideraban importante plantear. Peter, junto a Joanna y Helmut, respondieron las preguntas que pudieron con  gran claridad y esta manera de mezclara la presentación y la participación de la audiencia crearon una sensación de transparencia y apertura.

La tercera noche se reservó para quienes participan en la cita, con el objetivo de echar una ojeada a us propia experiencia en la misma y reflexionar sobre su significado.

La cuarta noche fue el momento en que la gente habló de su profunda conexión y recuerdos de DCL.

Por último organizamos dos noches de celebración, una en la mitad y otra al final. Éxito aparte, esta idea de crear una noche intermedia que no fuera ‘el último día’, permitió soltar el talento y los sentimientos. Aumentó la convivencia y la relación social, más allá de las barrera del idioma, especialmente entre el francés y el inglés.

¿Algo que recordar sobre esta experiencia?

La cita ha subrayado varias cosas, algunas ya conocidas pero es bueno recordarlas:

– El poder extraordinario de atracción y sanación de Dechen Chöling y la conexión de la gente con este lugar que representa un hogar amplio, un lugar de familia íntima, en el que se pueden guardar los recuerdos y compartirlos, y el futuro se puede concebir.

– El anhelo de los socios de la comunidad por hablar unos con otros, comprender juntos lo que ocurre, ‘encarnar’ la sabiduría de Shambhala al crear comunidad con la forma de la sociedad iluminada, por ejemplo: unir la meditación y la acción.

– Cultivar la tercera joya, la sangha, la sabiduría de la comunidad necesita buenas ocasiones de comunicación y capacidad para facilitar con el fin de crear espacios en los que expresar las percepciones y escuchar.

– La necesidad de que los socios de Shambhala y DCL reciban información clara sobre lo que ocurre en el mandala, con la capacidad de plantear preguntas y sentirse plenamente empoderados para buscar las respuestas.

Por últimos, podemos ver a partir de esta experiencia que, para la mayor parte de la comunidad, su aspiración más profunda no consiste en no rechazar al Sákyong ni Shambhala sino al contrario: sumergirse más para practicar las enseñanzas a través del diálogo, la transparencia y la apertura, reparando los desgarros y las divisiones y dando sentido a su compromiso, sus votos y su práctica, a través de un proceso de relación y encarnación que una a las personas, a los demás, a la sociedad y a la tierra.

Aunque la gente espiritual pueda circunvalar la realidad externa (es decir, el apego a una visión utópica sin enfrentarse a la realidad del sufrimiento) los activistas pueden circunvalar el trabajo ‘interno’ (es decir, la acción basad en la proyección de la vergüenza y el dolor personales). Hago un llamamiento al activismo que integre tanto el mundo externo como el interno, y que se base tanto en la identidad interior  (espiritual, universal) como la exterior (socio política, contextual). Esto implica que reencarnemos lo sagrado para plantearlo como sanación de la relación entre el yo, el otro y la tierra. 

Josie Gardner, https://arrow-journal.org/healing-social-and-ecological-rifts-part-1

Con el deseo de que esta cita inspire a los demás a repetirla,

Catherine Eveillard

Pueden ver más fotos aquí