Tara es una deidad budista femenina de la compasión que ayuda a los practicantes a vencer el miedo y la ansiedad. Aunque surge en muchos colores su energía más conocida se manifiesta como Tara Blanca pacífica, que proporciona sanación, larga vida y tranquilidad, y como Tara Verde dinámica, que vence los obstáculos y protege del miedo.

La práctica de Tara es para cualquiera de nosotros, en cualquier etapa de la vida. Exploraremos varias maneras de meditar con Tara, incluyendo el canto y la danza, para ir más allá de las muchas facetas del miedo a las que nos enfrentamos en la vida diaria. 

¿Qué podemos esperar?

Habrá períodos de meditación sentada y conversaciones breves, y períodos de movimiento y contemplación y canto. El programa será fluído con muchas variaciones.

Hablaremos de la forma de comprender y reconocer el miedo y la forma de trabajar con él a diario. Usaremos dos prácticas diferentes. Una sádhana clásica de Tara Blanca, que escribió en inglés Mipham Rimpoché, y otra cuyo canto y danza enseñó Khempo Tsultrim Gyatso Rimpoché.

¿Quién puede participar?

  • Todo el mundo puede participar. Y quien quiera puede traer un/a amigo/a.
  • Quien busque ir más allá del miedo y la ansiedad personales.
  • Damos una especial bienvenida a quienes tienen mente de principiante y disposición de explorar la meditación en acción.

¿Qué traer?

  • Ropa cómoda y, quien quiera, un pañuelo largo y ligero.
  • El texto de Tara Blanca, quien lo tenga. Quien no lo tenga podrá comprarlo por poco dinero.
  • Un regalo docente es una ofrenda tradicional cuando se recibe permiso para una práctica, que consiste en una lectura del texto de práctica (lung) por parte de un/a practicante autorizado/a.

Aspectos prácticos

El programa comienza el viernes 15 de mayo con la inscripción a partir de las 17:00 horas y finaliza el domingo 17 de mayo a las 17:00 horas.

Este programa se enseña en inglés. Hay que confirmar la interpretación gratuita a otros idiomas. Importante: Sólo podemos organizar el servicio de interpretación si se solicita al inscribirse con dos meses de antelación, como mínimo.